Quienes han tenido la suerte de viajar a Holanda es probable que se hayan sorprendido con la manada de bicicletas que cruzan la ciudad cada mañana. Allí no hay tráfico, bocinas o coches que caminan a paso de tortuga, todo es armonía, silencio y bueno…pues ya saben…algunos vicios ocultos…
Pero el asunto de las bicicletas es una gran idea de un país que acostumbra estar un paso adelante. Y, para no defraudar a quienes suman expectativas al llegar al país de los molinos, el último invento de los holandeses es nada menos que Springtime Bike Dispenser, una máquina expendedora de ¡¡¡bicicletas!!!
No es una mala idea para un país cuyo transporte público está basado en las dos ruedas. El invento, que ya se ha llevado un premio en la edición 2007 del concurso Spark & Arquitecture Awards, funciona de la mano de unos chips RFID que ayudan a mantener el rastro de los vehículos. Me gustaría saber en dónde se dejarán las bicicletas una vez utilizadas…y si se trata de un alquiler diario o también es posible comprarlas…