
El principal problema del consumo de claras de huevo crudas radica en los problemas de intoxicación derivados que podemos sufrir. Al contrario de lo que muchas personas piensan y otras tantas publicaciones afirman, las proteínas que poseen las claras pasteurizadas y desnaturalizadas sí se asimilan sin haberlas cocinado previamente. Los procesos de pasteurización y desnaturalización son fundamentales para su consumo, ya que de lo contrario podemos tener problemas de intoxicación por salmonelosis y otras indeseables bacterias. La desnaturalización de las claras de huevo también modifica la estructura de sus proteínas manteniendo todas las propiedades de las mismas, siendo vital este proceso para facilitar su asimilación.
Debemos tener muy en cuenta que las claras naturales que poseen los huevos que compramos, realmente no están pasteurizadas ni desnaturalizadas. Aunque son asimilables por nuestro sistema digestivo (batiendo las claras previamente para desnaturalizarlas), la opción más recomendable pasar por utilizar las claras envasadas (disponibles en muchos centros comerciales) a la hora de consumirlas sin cocinar. Este tipo de claras, a pesar de no tener un proceso completo de pasteurización, sí que han sido tratadas con diferentes procesos a altas temperaturas, con la finalidad de eliminar las posibles bacterias presentes en el huevo.
Probablemente, una de las causas principales que han llevado a la errónea conclusión de que las claras de huevo sin cocinar no son asimilables es la de su incompatibilidad con la vitamina B7. Durante el proceso digestivo de las claras de huevo, ciertas proteínas de las mismas impiden la asimilación de la vitamina B7 en nuestro intestino. Sin embargo, este proceso solo es aplicable a la digestión propiamente dicha de las claras de huevo crudas, siendo nuestro aporte diario de vitamina B7 probablemente satisfecho en el resto de nuestra dieta.