Te das cuenta de que te vas haciendo mayor:
- Cuando te adelanta en bicicleta un “globero” con playeras, sin ropa de bici, ni nada de nada.
- Cuando cada vez se repiten mas temas en las conversaciones con amigos acerca de la infancia y similares en plan abuelo cebolleta.


Cada año, cuando llegaba la Vuelta a España, montában sus Vuelta paralela de chapas. Durante un par de días se dedicában a encontrar las chapas adecuadas, hacer los “trajes” de cada corredor en papel, bien coloreando papeles, recortando fotos de periódicos o con los cromos especiales que hacían y por último “tuneában” las chapas; algunos con cera, otros con cristal, rellenándolas de corteza de naranja, etc. Todo para tener la chapa más equilibrada y con mejores prestaciones en las carreras.
Ya con el material listo se trazaban diferentes circuitos en diferentes días con las manos en la arena trabajando cual retroexcavadoras. Se trazaban curvas peraltadas, altos de montaña, sprints especiales y…A correr por ellas! Compañeros del norte dicen que como sus parques no suelen tener arena por la lluvia, corrían sobre circuitos dibujados sobre el cemento con tiza. Imagino que debían de tener un pulso de acero para no salirse sin la protección de los peraltes de arena.

¿Demasiado sudor y esfuerzo para los niños de ahora?
No me imagino a un chaval de los de ahora diciendo “Yo soy del MoviStar” a no ser que tenga un padre aficionado a la bici y lo mame.
En fin, Para cuando una carrera de chapas de las buenas?