Al principio sólo se utilizaba agua y plátanos. Después llegaron las bebidas deportivas y las barritas energéticas. Actualmente, se ha puesto de moda un nuevo producto: los geles energéticos.
Los geles se presentan en bolsas de aluminio de una sola dosis, que se pueden abrir con un desgarrón y cuyo contenido se vierte directamente en la boca.
Para alcanzar la ingesta recomendada de hidratos de carbono en la práctica del ciclismo (0,6 gramos de hidratos de carbono por kilo de peso corporal y hora), tendríamos que tomar, al menos, 4 sobres a la hora, siempre y cuando ésta sea la única fuente de hidratos de carbono y no estemos ingiriendo nada más. Si tenemos en cuenta que el mismo fabricante no recomienda tomar más de 6 sobres al día, pues está claro que tendremos que combinar con la ingesta de otros alimentos ricos en hidratos de carbono.
Además de proteínas, hidratos de carbono y grasas, también incluye vitamina B1, B2, B6, C y E; minerales (potasio, magnesio y zinc); y aminoácidos (taurina y glutamina).
¿Funcionan los geles?
Por supuesto que funcionan, aunque no se han publicado estudios que comparen de forma exhaustiva la ingestión de hidratos de carbono en forma líquida o sólida, no existe ningún motivo para pensar que un gel energético mezclado con agua no produzca los mismos resultados que la combinación de agua con cualquier otro alimento rico en hidratos de carbono.