
Básicamente, sentir el 'Flow' en un estado en el que nuestra atención, motivación y capacidad física se combinan en una única sensación, dando lugar a una armonía productiva retroalimentada que mejora nuestra experiencia deportiva hasta un nivel más allá de lo imaginable.
Para alcanzar un estado de fluir o de 'Flow', deben darse una serie de condiciones que nos permitan disfrutar de tan bonita sensación. En primer lugar, hay que alcanzar un estado de equilibrio entre la dificultad de la tarea a realizar y la habilidad de la persona que la realiza. Si la tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, jamás podremos alcanzar el 'Flow'. El equilibrio es esencial para disfrutar de un estado de fluir, junto a la capacidad de nuestra mente para mantener una especie de 'atención enfocada' hacia la actividad que estamos realizando. Solamente la conjunción de estas dos condiciones nos llevarán a experimentar el verdadero 'Flow' deportivo.
Alcanzar el 'Flow' o fluir con nuestra actividad deportiva es un estado en el que nuestra mente y nuestro cuerpo trabajan al unísono, con una sensación que podríamos definir como 'ir con el piloto automático'. Por este motivo, alcanzar el 'Flow' puede resultar extremadamente positivo para conseguir nuestras más ansiadas metas deportivas, disfrutando de un bienestar y una satisfacción personal que retroalimenta nuestra motivación para seguir evolucionando y mejorando nuestro rendimiento cada vez más, y mejor.
Puesto que el 'Flow' es una sensación o estado de características únicas, no debemos obsesionarnos por alcanzarlo o sentirlo.