"El ajuar del ciclista”

Comienzo esta sección “El ajuar del ciclista” para hacer un compendio de todos aquellos utensilios, herramientas y en definitiva elementos con los que nos encontraremos a menudo cuando hablemos de nuestro deporte, el ciclismo.
Para comenzar, empezaremos con un tema que suele saltar al estrado las primeras veces que uno se inicia en esto de la bicicleta, el dolor de trasero.
Es frecuente que después de unas horas dando pedales, más que las piernas nos duelan las posaderas. Esto es originado por varios factores y será más o menos pronunciado el dolor en función de:

• Cuantas horas hayamos pedaleado
• El tipo de terreno por el que hayamos transitado
• El tipo y medida del sillín
• El tipo de cullotte empleado así como la calidad de la badana
• La falta de costumbre

Hoy trataremos el cuarto punto, el tipo de badana que lleve el cullotte con el que practiquemos este deporte.
La badana es el elemento más importante de la prenda principal del ciclista, el cullotte. Su importancia radica en que es la zona donde mayor fricción y rozamiento se encontrará entre la bicicleta y nuestro cuerpo, más concretamente entre el sillín y la entrepierna.
Por este motivo, el cullotte ha de estar bien seleccionado y es la prenda donde mejor se invierte el dinero. Hay una serie de criterios fundamentales a la hora de elegir el cullotte, y son los siguientes:

• Tejido y composición: Es importante elegir el tipo de tejido adecuado para la estación donde lo vayamos a usar. Los hay de invierno y verano, pero algunas marcas hacen compuestos de entretiempo muy válidos para cualquier época siempre que el clima no sea extremo.
• Tirantes: Algunos llevan tirantes (generalmente los masculinos) y dentro de éstos, los hay con rejilla o sin rejilla para favorecer la transpirabilidad.
• Longitud: Los hay cortos, medios, piratas y largos. Esto ya es cuestión de gustos, practicidad o idoneidad de la ruta o temporada en la que nos encontremos. No tiene mucho sentido ni llevar cullotte corto en invierno ni largo en verano, pero para gustos, los colores.
• Talla: Importantísimo, el cullotte no puede quedar ni demasiado prieto, ni demasiado suelto. La talla ha de ser lo más próxima posible a la del ciclista y tiene que sujetar sin oprimir, esto es, ha de dejar tanto la pierna como el vientre firme pero sin notar molestias a la hora de flexionar las extremidades inferiores. De este modo nos aseguraremos que la badana no se mueve al pedalear y nos provoque heridas y úlceras.
• Composición de la Badana: Es el apartado más importante del cullotte, el tipo y composición de badana determinan su calidad, dentro de las badanas podemos encontrar badanas: De baja densidad, de alta densidad, de gel, de gel con carbón activado, ergonómicas de gel y tejido transpirable antibacterias.

Dentro de las badanas, cada tipo conlleva un coste y un precio. Al final la inversión es de fácil retorno pues no será necesaria ni una sola molestia para acordarse del dinero mal invertido con un badana barata. En función del uso que vayas a dar de tu bicicleta, deberás evaluar tu inversión aunque yo lo tengo claro, la mejor badana te garantizará el mejor resultado que se traduce en una menor molestia.
Las badanas ergonómicas de gel y tejido anti-bacterias son sin duda la mejor elección, ya hagas pocos kilómetros, muchos, seas chico o chica, joven o adulto. El precio de un cullotte de badana normal a uno de badana de calidad, puede oscilar entre un 50% o hasta un 100% (aunque en la mayoría de las ocasiones por otros factores no relacionados con la badana).
Así que recuerda, antes de dejar colgada de la percha ese cullotte tan caro que parece muy similar al otro que tienes de oferta, revisa el interior, toca el material y sobre todo prúebatelo a conciencia. De esa decisión dependerá gran parte de la comodidad de las pedaladas que puedas dar en una larga y buena temporada.